POESÍA | "Cerezo"

 CEREZO



No existe el tiempo si ves caer a las estrellas

y a los meteoritos deshacerse en tus hojas.

Ni la lluvia ni los truenos del Niño han podido tumbar

la resistencia que le haces al tiempo.


Tú que has visto a los niños pasar a su colegio día tras día,

has enternecido a tus regantes,

has aprendido que el polvo que te ahoga es tu mejor fertilizante.


En tus pétreas ramas la amargura es el río que una vez olvidó

entre la lluvia y los maizales trocándose en serpiente

rozando el rocío de los pastizales,

acechando a los gallinazos que acaban de anidar en los nogales.


Las sombras que se han unido a la tuya durante tu vida

son tan complejas como las escaleras que conducen al universo de

los organismos microscópicos de la muerte

rodando como lo hace el último bus hacia La Cuesta.


Eres hijo de la montaña, besado por el viento y la luz de la Luna

que en tus raíces escarba para alumbrar en el útero de los Eneros,

a todos los perros atropellados por los carros

de inexpertos conductores, ebrios e impacientes

por llegar a la muerte, una muerte a la que tu escapas hace ya más de setenta años.